✓✓ No te quedes tras las vallas infantiles: la importancia de jugar con tu hijo en el parque
Es una imagen cada vez más frecuente: los niños juegan solos en los parques y detrás de las vallas infantiles de colores, los padres están absortos en sus móviles. El juego entre padres e hijos es fundamental para el desarrollo de los niños, sin embargo el 90% de los padres y el 81% de las madres españolas apenas juegan con sus pequeños. No te quedes tras las vallas infantiles, descubre todos los beneficios que conlleva.
No más excusas
“Estoy muy ocupado”, “Espero una llamada muy importante”, “No tengo tiempo”, “Los niños tienen que aprender a jugar solos y ser independientes”… Estas suelen ser algunas de las excusas más frecuentes por la que los padres dejan a su libre albedrío a sus hijos mientras que ellos se centran en las pantallas de sus smartphones o tablets.
Y lo que es peor: cada día con más frecuencia los niños se quedan en casa tras su jornada escolar, y no salen a la calle.
Jugar en los parques es una actividad importantísima para el desarrollo del niño, sobre todo en su primera infancia, y los ayuntamientos se preocupan de que incluso el pueblo más pequeño cuente con su zona de parque infantil.
Los niños necesitan correr, jugar y moverse sin parar, disfrutar del aire libro y descubrir el mundo que les rodea, más allá de las paredes de su casa y de su escuela infantil. Las limitadas dimensiones de la casa también impiden que su cuerpo desarrolle su condición física al pleno y además estar al aire libre refuerza sus defensas y hace que absorban de manera natural la vitamina D que proporciona el sol, incluso en invierno.
Diez minutos al día, un buen comienzo
Así pues, hay que sacar a los niños al parque infantil. Es un primer paso importante, el segundo, y casi tan importante como el primero, es olvidarse del móvil.
Según Inma Marín, pedagoga y miembro del Observatorio del Juego Infantil de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), gracias a los vínculos que surgen de manera natural en el juego con los padres, los niños aprenden los valores sociales y la forma de actuar, desarrollan la imaginación, disminuye su nivel de estrés y alimenta su felicidad y autoconfianza. La interacción con sus progenitores en el juego también aumenta la capacidad de concentración del niño.
Compartir tiempo de juego con los hijos significa salir de la zona de confort, cambiar una actitud pasiva por otra activa y placentera. Solo basta con 10 o 15 minutos diarios de juego familiar para que los niños empiecen a conseguir todos estos beneficios.
Jugar con otros niños
A veces, en menor medida, se da el caso contrario: padres sobreprotectores que llenan todo el tiempo de juego de sus hijos, e impiden, de forma consciente o inconsciente, que se relacionen con otros niños.
Es fundamental también que los niños cuenten con su propio espacio, a veces en solitario, y sobre todo, en contacto con otros niños. De esta forma descubrirán el juego por turnos con otros niños, aprenderán la paciencia, las preferencias y la evaluación del otro (con quien quieren jugar y con quién no), y a negociar con niños que no conocen… En resumen, gracias a ello serán más independientes y autosuficientes.
Del juego con otros niños aprenderán a interactuar por sí mismos, a descubrir la diversión de los juegos y actividades grupales y, en definitiva, les enseña a socializar en un ambiente abierto, aparentemente “lejos” de la supervisión de un adulto.
Decimos “aparentemente”, porque cuando el niño juega solo o con otros niños, es importante que el progenitor no descuide la vigilancia y tutela. Incluso cuando se quedan tras las vallas infantiles, los padre deben supervisar la actividad de los niños en el parque infantil para evitar posibles lesiones.
Aunque el parque infantil se encuentre en perfectas condiciones, los niños mayores suelen avasallar a los pequeños, y los pequeños muchas veces no saben calcular las distancias correctamente y pueden caerse fácilmente.
Forjas tampoco se queda detrás de las vallas infantiles
Los parques infantiles de Forjas están homologados y cumplen con todos los requisitos de calidad de la normativa de la Unión Europea.
Esto garantiza que los más pequeños puedan jugar con seguridad en un entorno cómodo, seguro y didáctico que garantice su evolución y desarrollo psicomotriz e intelectual.
Los suelos de nuestros parque infantiles son de caucho 100% reciclado, especialmente ideados para amortiguar el impacto de la caída del niño y para permitir el acceso de sillas de ruedas. En rampas y plataformas elevadas siempre incluye barreras de protección y barandillas.
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