✓✓ 3 excelentes motivos para instalar parques biosaludables en nuestras ciudades
Los parques biosaludables son espacios verdes ubicados en las ciudades compuestos por diferentes elementos para ejercitarse, los denominados aparatos biosaludables. De creación relativamente moderna como propuesta alternativa y saludable con la que llenar el ocio de nuestros mayores.
Las distintas administraciones pueden ofrecer así un servicio público con el que atender las especiales necesidades de un sector de población mayoritario mejorando su calidad de vida y promoviendo lugares donde encontrarse y divertirse. Existen motivos de sobra para ocuparnos de nuestros mayores.
1. Parques biosaludables por la Longevidad
Con la general mejora de las condiciones de vida y los constantes avances científicos y tecnológicos en Medicina, la población envejece y la esperanza de vida aumenta.
En nuestro país, ocho millones de españoles (el 17% del total) superan los 65 años de edad con una esperanza de vida de 82 para las mujeres y 75 para los hombres.
Es necesario traducir esa extensión de la edad en una prolongación de un estado físico aceptable.
Desde la instalación en 2005 de los primeros parques biosaludables de España en Leganés y otras poblaciones de la Comunidad de Madrid, los aparatos biosaludables se han convertido en habituales en cualquier punto geográfico del territorio nacional.
2. Parques biosaludables por la Socialización
Junto con la mejora del estado físico, los parques biosaludables constituyen un pretexto de reunión y fomento de la actividad social que influencia positivamente a los mayores combatiendo la soledad y el sedentarismo.
El diseño de un circuito saludable motiva a las personas de edad más avanzada a hacer ejercicio, jugar, comunicarse y divertirse con sus amigos o con sus nietos.
En sentido inverso al habitual, se ha demostrado también que el estado anímico positivo favorece la longevidad del individuo.
3. Parques biosaludables por la Salud
El rendimiento físico es varía según la edad alcanzando su máximo en la juventud y sufriendo un progresivo deterioro a partir de los 35 años que se acentúa con mayor intensidad a partir de los 60 como consecuencia de los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento.
Un estudio científico realizado por Era en el año 1997 sobre personas mayores sometidas a actividad física planificada obtuvo sorprendentes resultados:
Se invitó a un grupo de sujetos entre 65 y 81 años para que, por un plazo de tres meses y una vez por semana, participaran en sesiones de ejercicios de equilibrio y coordinación motora durante setenta y cinco minutos. Concluido el plazo, el estado físico general observado en los participantes puso de manifiesto que el trabajo muscular y de coordinación motora reduce sensiblemente la velocidad de deterioro en el funcionamiento físico general.
En Japón tenemos algunos excelentes ejemplos:
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